STOP A la Guerra. Nuestra solidaridad con la paz y la vida humana.

STOP A la Guerra. Nuestra solidaridad con la paz y la vida humana.

Por: César Laura /Editor en Jefe CFM

 Se ven, se escuchan y se viven tiempos inusuales de guerra. Actualmente, hay cientos de civiles y militares que han perdido la vida a causa de la de la invasion rusa a Ucrania… y al cierre de esta edición siguen muriendo más. Por ello, en esta ocasión, hemos querido hacer una pausa de nuestra habitual portada y decir a viva voz: “Stop a la Guerra”

El mundo actualmente está en vilo viendo las imagenes en tiempo real, gracias a la television y las redes sociales, de los ataques rusos a la poblacion civil y militar de Ucrania, población que se ha visto vulnerada y atacada por una fuerza militar mucho más poderosa y mejor armada.

Se pueden discutir, debatir y seguramente terminar no estando de acuerdo en que si las “excusas” de Moscú para invadir Ucrania están plenamente justificadas; o simple y sencillamente todo el argumento esbozado desde un principio sirvió como gran pretexto para vulnerar la soberanía e independencia de un país.

Pero lo que sí es claro y contundente es que la guerra es sinónimo de muerte y destrucción y sólo aquellos que quieren beneficiarse de situaciones como ésta estarán más que complacidos que en pleno siglo XXI sigamos viviendo feroces combates en donde los más perjudicados son la población civil y militares que pelean por no permitir que su soberanía sea aplastada como aquel tanque ruso, que sin ninguna razón pasa por encima de una auto de un ciudadano civil de Ucrania, dejándolo en medio de fierros retorcidos, casi sin vida.

El mundo entero está viendo estos sucesos y los ve con estupor y a su vez, la mayor parte de naciones han condenado estas acciones inhumanas que muchas veces no tienen una explicación acertada… y tal vez porque no las hay.

La mayor parte de las superpotencias mundiales de la mano con Estados Unidos han impuesto una serie de sanciones mas que nada de índole económico a Rusia, con la finalidad de asfixiar a la economía de Moscú y de paso mostrarle al mundo entero que Vladimir Putin no puede hacer y deshacer a su antojo sin que no haya alguien que le pueda decir que debe parar.

Este tipo de sanciones es muy probable que tengan un efecto a mediano plazo y lleve a los líderes rusos a sentarse en una mesa de negociación… la cual estaría llegando tardíamente pues primero se invade, se amedrenta, se somete y amenaza; y luego recien se desea negociar. Sin duda no es el mejor de los escenarios.

Para nadie es novedad que Vladimir Putin no pretende revivir nostalgicamente lo que fue la antigua Unión Soviética; sino por el contrario, lo que éste ex agente de la KGB desea es revivir el esplendor de lo que en algún tiempo de la historia se le conoció como el Imperio Ruso. Del mismo modo, si tratamos de inferir de una circunstancia como ésta, existe la hipotética posibilidad de que los rusos pretendan expandir sus dominios basados netamente en su poderío militar.

No se si por un acto de estupidez o frío cálculo politico-militar, a Rusia se le ocurriera atacar Polonia, Hungría o algún otro país limítrofe miembro de la OTAN, se activaría inmediatamente las alarmas y los 30 países que conforman ésta alianza estarían en la obligación de actuar militarmente y defender la soberanía de un país miembro.

Rogamos que esto no suceda, pues entendamos que una conflagración bélica entre estas potencias mundiales, quienes en su mayoría cuentan con armamento nuclear, haría desatar enfrentamientos duros y con consecuencias catastróficas para el mundo entero.

Por ello y mucho más, rogamos porque esta escalada y avance ruso en tierras ucranianas no tenga ni siquiera la intención de expadirse fuera de las fronteras de Ucrania.

Pedimos paz, pedimos entendimiento y que cese el derramamiento de sangre tanto de civiles como miltares. Que se logre un Stop a la Guerra. Esperamos de corazón que así sea.

 

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